El intendente del Partido de La Costa, Juan Pablo de Jesús, ratificó su compromiso con el llamado “Pacto de San Antonio de Padua”, que postula políticas de estado afines a las guías que propone el Papa Francisco. Además, se sumaron dirigentes de fuerzas políticas, representantes gremiales y judiciales.
El acto de rúbrica se llevó adelante anoche en la basílica San Francisco de Asís de la ciudad de Buenos Aires y es producto de la iniciativa de un grupo de intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires –entre los que se encuentra De Jesús–, que en enero de este año adhirieron por primera vez al conjunto de criterios que propone la encíclica Laudato si.
Los jefes comunales que dieron el puntapié inicial a principios de año en el Convento de la Hermandad Franciscana en San Antonio de Padua fueronJuan Pablo de Jesús (La Costa), Verónica Magario (La Matanza),Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Fernando Gray(Esteban Echeverría), Juan Zabaleta (Hurlingham), Ariel Sujarchuk(Escobar), Eduardo Bucca (Bolívar), Alberto Descalzo (Ituzaingó) yMariano Cascallares (Almirante Brown).
“El Papa Francisco nos está dando un mensaje claro que desde la dirigencia política debemos escuchar y obrar en consecuencia. Este Pacto de San Antonio de Padua es nuestro compromiso de trabajo relacionado con la obra que lleva a cabo todos los días Francisco”, manifestó Juan Pablo de Jesús, quien destacó que si bien la idea comenzó a llevarse a cabo por un grupo de intendentes peronistas bonaerenses, se han sumado desde sectores de distintos colores políticos de todo el país.
En esta línea, anoche suscribieron al pacto los intendentes Francisco Durañona (San Antonio de Areco; FpV), Héctor Olivera (Tordillo; FpV),Juan Carlos Gasparini (Roque Pérez; FpV), Enrique Cresto (Concordia; FpV), Walter Festa (Moreno; FpV). También se sumaron Joaquín de la Torre (San Miguel; Frente Renovador), Julio Garro (La Plata; Cambiemos), Jorge Macri (Vicente López; Cambiemos), Ramiro Tagliaferro (Morón; Cambiemos), Gustavo Posse (San Isidro; Cambiemos), Martiniano Molina (Quilmes; Cambiemos), Nicolás Ducoté (Pilar; Cambiemos) y Darío Kubar (General Rodríguez; Cambiemos), entre varios otros dirigentes.
El Pacto focaliza su objetivo en diez puntos. Se destacan la voluntad de lucha contra el narcotráfico, la drogadicción, la violencia de género, la trata de personas, el trabajo infantil y la pobreza, entre otros flagelos sociales. Asimismo, alienta el cuidado del medioambiente y puntualiza en la utilización de energías renovables que colaboren a la protección ecológica, como así también, reivindica a la familia como “célula básica de la sociedad”.
Se propone, además, articular acciones para garantizar el acceso a la tierra, al trabajo, al techo, a la salud, a la educación y al agua potable. Entre sus proposiciones más concretas, impulsa la creación de un “Observatorio” que tendrá por tarea supervisar el seguimiento de las políticas pautadas en el documento y acompañar a los cambios individuales y colectivos necesarios que aseguren el cuidado de “la casa de todos”.
TRANSCRIPCIÓN DEL DOCUMENTO:
Pacto de San Antonio de Padua Los intendentes municipales, signatarios del presente Pacto, acuerdan: Considerando que es tiempo de iniciar la construcción de condiciones políticas alternativas, inspirados en el liderazgo internacional del Papa Francisco que nos insta a concebir “el planeta como Patria y la humanidad como Pueblo”. Porque “el hombre es hermano del hombre, quiera o no quiera” (General Perón, 1973) Respetando la soberanía popular y la actual etapa abierta en el país, que nos exige asumir las responsabilidades institucionales y políticas encomendadas por el voto de la ciudadanía, sin caer en falsas expectativas ni en el pesimismo ideológico. Tomando como iniciador ecológico integral en la Argentina al General Juan Domingo Perón, que en el Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo, dado en Madrid en 1972, nos dijo: “El ser humano, cegado por el espejismo de la tecnología, ha olvidado las verdades que están en la base de su existencia. Y así, mientras llega a la Luna gracias a la cibernética, la nueva metalurgia, combustibles poderosos, la electrónica y una serie de conocimientos fabulosos, mata el oxígeno que respira, el agua que bebe del suelo que le da de comer, eleva la temperatura permanente del medio ambiente sin medir sus consecuencias biológicas. Y ya en el colmo de su insensatez, mata al mar, que podría servirle de última base de sustentación (…) La lucha contra la contaminación del ambiente y la biosfera, el despilfarro de los recursos naturales, el ruido, el hacinamiento de las ciudades y el crecimiento explosivo del planeta deben iniciarse ya a nivel municipal, nacional e intercambio”. Reafirmando los principios del Santo Padre cuando nos enseña que: “El todo es superior a las partes”. Es decir, la Nación –Patria de Hermanos fortalecida en sus esencias culturales– de ninguna manera niega la individualidad libre de la persona humana sino que la enriquece: “nadie se realiza en una comunidad que no se realiza” (General Perón, 1949). “La unidad es superior al conflicto”. Desde el dialogo plural y fraterno podemos alcanzar las soluciones que nos unen en la diversidad y nos ayudan a concretar el bien común. “El tiempo es superior al espacio”. Este principio nos alienta a trabajar a largo plazo posponiendo las miradas cortoplacistas y coyunturales. Los humanistas siempre fuimos aliados del tiempo y no de la sangre ni tampoco de los apresuramientos que llevan a la desmesura y el fracaso. “La realidad es más importante que la idea”. Comprender el contexto para conducirlo hacia las obras es una respuesta plausible y no la conceptualización generadora de un idealismo ficticio. Al respecto, Francisco señala: “Hay políticos –e incluso dirigente religiosos– que se preguntan por qué el Pueblo no los comprende y no los sigue, si sus propuesta son tan lógicas y claras. Posiblemente sea
porque se instalaron en el reino FC de la pura idea y redujeron la política
a la fe retórica” (Evangelii Gaudium, 232); Renovando el deber asumido ante el Santo Padre en el Vaticano el 22 de julio de 2015, ocasión en que se efectuó el encuentro de
alcaldes sobre “Esclavitud moderna y cambio climático, el compromiso de las grandes ciudades”, y en un todo de acuerdo con los lineamientos doctrinales de la encíclica Laudato si; Tomar el compromiso de:
1) Continuar con la lucha activa contra el narcotráfico.
2) Intensificar las acciones para la prevención de la drogodependencia desde la niñez y la contención para la reinserción social de las víctimas.
3) Trabajar para erradicar el hambre y la desnutrición infantil.
4) Combatir con todo el peso de la ley y del Estado la violencia de género e intrafamiliar.
5) Proteger a la familia como célula básica de la sociedad y la vida humana desde la concepción.
6) Alentar el uso de energías bajas en carbono, entre ellas, las renovables.
7) Combatir la pobreza.
8) Aunar criterios de acción para lograr garantizar el acceso universal a la Tierra, al Techo, al Trabajo, a la salud, a la educación de calidad y al agua potable.
9) Fomentar la cooperación para erradicar el trabajo y abuso infantil, la trata de personas y todas las formas modernas de esclavitud.
10) Impulsar la normativa para la creación de Observatorio para tareas de cambios de paradigmas, de conductas individuales y colectivas, convocando a la comunidad vecinal, comercial, industrial y demás sectores organizados, a fin de cuidar entre todos la Casa Común que es el Planeta Tierra, en el marco de la
encíclica Laudato si. Por tanto, en el Año del Bicentenario de la Independencia de la Patria, suscribimos este Pacto haciendo una opción preferencial por los desamparados, por los pobres y la justicia social, bajo la guía espiritual del Papa Francisco.