Con una masiva participación de estudiantes, docentes, instituciones y vecinos, el Instituto Superior de Formación Docente N.º 186 de Santa Teresita fue sede, el pasado viernes 12 de septiembre, de la 11.ª edición de Mar de Lápices, una jornada cultural y educativa que año a año crece en convocatoria, compromiso y emoción compartida.
La actividad, que recuerda a los estudiantes desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar y mantiene viva la memoria de los jóvenes secuestrados en la Noche de los Lápices, combinó actividades artísticas, educativas y de reflexión histórica para que las nuevas generaciones fortalezcan su compromiso con los valores de Memoria, Verdad y Justicia. La jornada estuvo atravesada por momentos profundamente emotivos, en los que la música, la palabra y la memoria se unieron para rendir homenaje a quienes ya no están y para sembrar conciencia en quienes toman la posta.
Entre las propuestas, se destacó la presentación del libro 30.000 de Jorge Rodríguez, con la presencia de Adriana Metz (Abuelas de Plaza de Mayo – filial Mar del Plata) y representantes de H.I.J.O.S. Mar del Plata, junto a charlas sobre derechos humanos y género, presentaciones musicales, danza, teatro, feria artesanal, talleres y un streaming realizado por estudiantes del ISFDyT N.º 89 para registrar testimonios y experiencias en tiempo real.
“Lo importante es que las escuelas no solo vengan como visitantes, sino que participen de manera activa y se siga proyectando la importancia de la memoria y la identidad, sobre todo en estos tiempos de discursos negacionistas”, expresó Gonzalo Nigli, docente del Instituto 186.
Por su parte, el profesor Facundo De Giannini destacó el trabajo colectivo detrás de la jornada: “Esto es el resultado de un trabajo que se lleva adelante durante todo el año, con actividades transversales, donde aportamos ideas y los estudiantes las enriquecen para proyectar hacia las futuras generaciones la memoria, la justicia y la verdad”.
La profesora Alejandra Heredia valoró también el regreso de egresados del instituto en su nuevo rol como docentes: “Es una semilla que sigue germinando. Es fundamental reclamar por los derechos humanos, tener memoria y construir una mirada crítica sobre el presente”.
