Las altas temperaturas del verano obligan a tomar ciertas medidas preventivas para la salud del organismo y desde la Dirección de Promoción de La Salud de la Municipalidad de La Costa se brindan algunas pautas a tener en cuenta.
El director de Promoción de la Salud, Aníbal Bascialla, dio detalles sobre los recaudos a tomar durante la época veraniega. En este sentido, destacó la importancia de la hidratación y del consumo abundante de agua, principalmente en aquellos días de elevada temperatura, al tiempo que desalentó el consumo de bebidas alcohólicas.
También advirtió sobre los riesgos de llevar adelante por tiempo extendido actividad física y aconsejó “reducir los tiempos de ejercicio y tratar de realizarlos en lugares frescos”.
En cuanto a la exposición solar, recordó que la franja horaria que se debe evitar es desde las 10 hasta las 16 que es el momento de mayor vigor del sol. Además, recomendó la utilización de elementos que resguarden al organismo de la exposición directa como ser el uso de protector solar y sombreros.
Es necesario “mantener la cadena de frío de los alimentos como así también higiene de los mismos para poder evitar cualquier tipo de intoxicación o cuadros que pueden ser aún más graves, sobre todo en las poblaciones más vulnerables que son los adultos mayores y los niños”.
“Más allá de las recomendaciones que hagamos, ante la menor duda lo ideal es consultar al médico ya sea de cabecera o de la unidad sanitaria o del centro comunitario o en los hospitales”, concluyó el funcionario municipal.
Recomendaciones:
Reducir la exposición a altas temperaturas: usar gorros y en lo posible no exponerse al sol, usar poca ropa, liviana y clara. Usar pantalla solar.
Asegurar una buena hidratación, sobre todo en bebés, niños, embarazadas, ancianos y deportistas.
Implementar medidas para reducir la temperatura corporal: enfriar los ambientes, bañarse con agua fresca con frecuencia.
No realizar actividades físicas intensas en horarios de sol intenso y con altas temperaturas.
Aumentar los controles de presión arterial en ancianos y en quienes estén recibiendo tratamiento con antihipertensivos o diuréticos.
Prestar atención a signos de deshidratación: bebé con llanto excesivo, disminución de la cantidad de orina, somnolencia, rechazo de los alimentos, hundimiento de los ojos, lengua seca.
Golpe de calor: fiebre, somnolencia o excitación, presión baja, signos de deshidratación.
Ofrecer bebidas con frecuencia a bebés y ancianos porque ellos no pueden expresarse fácilmente cuando tienen sed.