Una parada en el Partido de La Costa para disfrutar la naturaleza y revivir la historia.
Nacida frente al mar a 360 kilómetros de Buenos Aires, Mar de Ajó sorprende por su belleza y empuje. Un recorrido por historias de naufragios y familias que apostaron por trasformar el desierto.
“Me sorprende el coraje que tuvieron para crear vida en el desierto”. Con esas palabras caracterizó la investigadora Adriana Pisani, la valentía de las primeras familias que poblaron la zona y le dieron origen a la ciudad fundada el 21 de diciembre de 1935.
Hoy Mar de Ajó ha dejado lejos aquella imagen de interminables arenas y se presenta como un oasis de descanso, diversión e interés cultural en la Costa Atlántica.
Poco más de 79 años más tarde de aquel verano de su creación, Mar de Ajó cuenta en la actualidad con una importante capacidad de alojamiento en establecimientos de hasta 4 estrellas, además de la conocida gastronomía en la que convive la influencia española con la italiana y las nuevas tendencias culinarias.
Testimonio de este constante crecimiento, cuantitativo y cualitativo, es la Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de Mar de Ajó (CLYFEMA), que con su impronta permitió dotar a la ciudad no sólo del servicio eléctrico sino también de obras sanitarias, telefonía, Internet y transporte.
“Comenzamos a brindar el servicio de transporte de pasajeros, trajimos carreras universitarias y hoy estamos desarrollando un sistema de telefonía e Internet de última generación que ha superado las expectativas que teníamos para este servicio por el impacto que tuvo en nuestra gente”, anunciaban oportunamente las autoridades de la cooperativa.
Una institución ligada profundamente con la comunidad, que brega por el mantenimiento de los símbolos históricos que ornamentan sus calles y que aporta en el reconocimiento de las familias pioneras de la ciudad.
Y si tomamos las palabras de Pisani al afirmar que “las pequeñas historias locales forman la historia grande”, de visita por La Costa no puede obviarse el paso por el Museo de Mar de Ajó, donde el visitante puede penetrar en la historia de los barcos hundidos frente a las playas, los pioneros e incluso hallazgos paleontológicos de aproximadamente 10 mil años.
El balneario, que fuera llamado La Margarita por los primeros pobladores, es escenario de mitos y leyendas y al mismo tiempo, ha sido protagonista en la infancia y juventud de generaciones que llegan hasta allí cada verano y, más en la actualidad, en cada escapada de fin de semana.
Con una fuerte “identidad de mar”, con diferentes medios de arribo y en pocas horas, Mar de Ajó conjuga su tranquilidad y hospitalidad con calidad en servicios y oferta de entretenimiento para la familia. Un destino orgulloso de su patrimonio cultural, turístico e histórico.