El próximo sábado 20 de septiembre, a las 19 horas, el Multicultural Mar de Ajó ( Hipólito Yrigoyen y Sacconi) será escenario de “María la Calandria”, una obra de teatro de narración oral que invita a una experiencia tan intensa como sobria.
La propuesta, programada por La Costa Cultura, está dirigida, dramatizada y accionada por Lili Meier, y se basa en la novela “Envidia”, de la reconocida escritora argentina Patricia Suárez.
Entre la voz y la imagen: el pulso del relato
Lejos de la grandilocuencia escénica, el formato de narración oral coloca el poder en la palabra y su ritmo, en el silencio y sus resonancias, en la mirada y sus matices.
“María la Calandria” se inscribe en esa tradición: la de un teatro que confía en la presencia y la voz para construir mundos, tensiones y climas, sin más artificio que la potencia del relato bien dicho.
Lili Meier asume un triple desafío —dirección, dramaturgia y actuación— que, lejos de fragmentar el resultado, promete coherencia estética y emocional. En escena, la intérprete hilvana imágenes, atmósferas y personajes con precisión de cronista y sensibilidad poética, para que el espectador complete el cuadro con su propia imaginación.
De “Envidia” al escenario: una transposición con huella local
Tomar como punto de partida “Envidia”, de Patricia Suárez, es también una declaración de principios. Suárez ha explorado con hondura los pliegues de la condición humana —las pasiones, los resentimientos, las contradicciones—, y en “María la Calandria” esos temas encuentran una nueva forma, concentrada y vibrante.
La adaptación propone un viaje a los entresijos de la afectividad y el deseo, con una protagonista que canta con voz propia: una calandria que, lejos de la ingenuidad, confronta sus luces y sombras.
La transposición respeta el nervio literario del texto y lo traduce a un presente escénico íntimo, donde la cercanía con el público no es un efecto, sino el corazón de la experiencia.
“María la Calandria” es una invitación a escuchar y a mirar de cerca. Una noche para agendar y dejarse atravesar por una voz que convierte la palabra en territorio.
