Romina Yedro Ocampo tiene 38 años, es de San Clemente, y en plena pandemia aprovechó para avanzar en sus estudios. El 5 de octubre de este año pudo terminar la Tecnicatura en Intervención Socio Comunitaria, una carrera dictada a distancia por la Universidad Nacional de Avellaneda gracias a un convenio con la Municipalidad de La Costa a través de la gestión del intendente Cristian Cardozo.
Sin dudas, el camino no fue fácil para Romina. Sin embargo, la posibilidad de organizar sus propios horarios, el acompañamiento de las políticas públicas del Estado municipal y el apoyo de su compañero y sus hijas fue fundamental para lograr este objetivo. Además de haber finalizado la Tecnicatura, Romina también egresó en 2019 de la carrera de Promotora de la Salud y Redes Territoriales, una diplomatura de la Universidad Arturo Jauretche dictada por convenio con el Municipio.
“La idea de una carrera universitaria estuvo siempre, por cuestiones de la vida no pude estudiar en el tiempo debido porque fui mamá muy joven y terminar el colegio secundario fue una de las primeras metas y lo hice estudiando en la escuela nocturna. Uno por diferentes circunstancias no va pudiendo seguir los estudios, por la familia, el día a día, el trabajo, las necesidades de la casa. A pesar de que todos los años siempre estudié algo y la carrera universitaria era una cuenta pendiente para mí”, contó Romina.
“Cuando me entero del convenio que hizo la Municipalidad de La Costa con la Universidad Nacional de Avellaneda proponiendo varias carreras de forma virtual, me servía porque me permitía estar en casa, estudiar de una manera diferente, tener esta posibilidad de estar en mi casa complementar con mis horas de trabajo, organizar mis horarios de estudio, que la familia pudiera contar conmigo y no estar muchas horas fuera de casa. Fue muy bueno poder tener esta oportunidad, cuando la gente tiene ganas o está indecisa, que alguien te plantee una oportunidad como esta es un factor más que importante para tomar la decisión de seguir estudiando”, remarcó.
Asimismo, Romina señaló que el camino no fue del todo fácil y, más allá de lo difícil de la pandemia, ella encontró la oportunidad de darse su espacio para poder terminar la carrera.
“Estudiar en casa uno lo plantea como algo ideal, pero a veces no es tan así. En casa se deben establecer reglas y horarios de estudio, para la organización familiar, el día a día te va llevando a cuestiones inesperadas, así que hay que ponerle mucha determinación. Vivimos en una zona donde tenemos vecinos de la tercera edad y tratamos de acompañarlos, hacerles trámites. Con la pandemia el trabajo comunitario fue muy importante. Entonces, estudiar, tratar de acompañar a la comunidad fue medio complicado y a la vez beneficioso porque empecé a estudiar en 2017, en 2018 por problemas familiares no pude seguir la carrera y me dediqué solo a dar finales, el 2020 me impulsó para meter muchas materias y esforzarme un poco más. Aproveché el encierro para apurar la carrera, me dio el impulso que necesitaba, pude acomodar mis horarios y meterle muchas horas de estudio”, expresó.
A todos aquellos que tienen ganas de estudiar, Romina les aconsejó: “No esperen el momento propicio, para mí no existe. Es animarse a arrancar. Hoy dentro del Partido de La Costa hay un montón de oportunidades de estudiar con muchos proyectos de inclusión que pueden acompañar a quienes se decidan. Además de poder organizar tus horarios con una carrera a distancia, estudiar es muy importante y te libera de muchas maneras. Lo que uno aprende no te lo quita nadie. Esto es muy importante y más cuando tenés oportunidades creadas por políticas públicas que acompañan, como lo son las becas municipales, las carreras a distancia, las carreras universitarias, el CBC, un montón de proyectos y políticas que acompañan a crecer”.
En este sentido, destacó el acompañamiento por parte del Estado: “El personal de Educación de la Municipalidad de La Costa me acompañó, me fortaleció y me brindó muchas herramientas. Me han acompañado y me acompañan a crecer, ahora estoy haciendo una Diplomatura. Son políticas de inclusión con personas que entienden la realidad de los demás, que saben acompañar, guiar y comprender”.
“Es todo un camino muy emotivo porque muchas veces vemos a las mamás o los papás que van con sus niños a la escuela nocturna para no dejar de estudiar. No es solamente aprender contenidos, sino que va más allá y son todas esas cosas las que te hacen querer seguir. Te das cuenta que todo es posible, que hay oportunidades para mis hijos. Hay que animarse a estudiar porque no estamos solos porque hay personas para acompañarte, hay un Estado que tiene políticas públicas pensadas para eso. Hay que animarse a soñar, a concretar, es importantísimo el acompañamiento de la familia que muchas veces resigna tiempo de calidad. Lo importante es saber que uno no está solo, sea cual sea el estudio que se quiera hacer. Este acompañamiento te fortalece y te motiva”, finalizó.